Un cubano fue arrestado por intentar atacar al personal de la embajada estadounidense en la capital colombiana.
Un cubano fue arrestado este fin de semana en Pereira por intentar atacar al personal de la embajada estadounidense en la capital colombiana. Convocado ante un tribunal en Bogotá y detenido sin fianza por los cargos de terrorismo y conspiración, Raúl Gutiérrez Sánchez había sido capturado en un esfuerzo coordinado entre el FBI y la policía española.
El esfuerzo combinado entre los dos organismos encargados de hacer cumplir la ley logró interceptar los mensajes de Gutiérrez que presuntamente detallaban sus planes de desencadenar una bomba casera en un restaurante frecuentado por el personal de la Embajada estadounidense y cómo había prometido su lealtad al EI. Las conversaciones telefónicas adicionales supuestamente también hablaron del deseo de Gutiérrez de llevar a cabo ataques en Argentina después de haber llevado a cabo el bombardeo en Bogotá, sugiriendo que sus planes para atacar el distrito de la zona rosa de la capital colombiana no pretendían ser un atentado suicida.
La policía española había seguido de cerca el adoctrinamiento del hombre, observando cuidadosamente los términos de búsqueda que había utilizado y los cambios físicos que mostró al radicalizarse. También hubo una operación encubierta que involucró a un pirata informático español que llevó a un registro en papel de los fondos depositados en la cuenta de Gutiérrez para ayudar a un ataque. Las comunicaciones se hicieron entre el supuesto conspirador y nacionales de España y Marruecos.
Gutiérrez se mantiene firme en que es inocente y se declaró inocente. Sin embargo, ha sido expulsado del país dos veces y su segunda entrada al país ha sido ilegal a través de la frontera ecuatoriana ya que Ecuador no tiene un requisito de visa para ciudadanos cubanos.
Los colombianos han sido durante mucho tiempo receptores de actos terroristas por parte de grupos guerrilleros, narcocarteles y unidades paramilitares, aunque el país hasta ahora ha estado libre de violencia por parte de los movimientos yihadistas que se han producido en todo el mundo. Como resultado, muchos procedimientos que se han convertido en sinónimo de la Guerra contra el Terror, como la prohibición de líquidos en aviones, no son necesarios en los aeropuertos colombianos. Dicho esto, muchos lugares públicos e instituciones continúan bajo una fuerte guardia a pesar de la reducción de la violencia en los días más oscuros de Colombia.
