Medio Ambiente

Invernaderos tecnológicos hacen que fresas y tomates maduren más rápido

Del desierto australiano a Hiroshima y del sur de Francia a México, invernaderos cada vez más tecnológicos logran que tomates o fresas maduren a mayor velocidad, supervisados por un ordenador y sin necesidad de pesticidas químicos o agua potable.

Sin necesidad de energías fósiles, la granja solar de Sundrop Farms, fundada a finales de 2016 en Australia, hace crecer tomates en el desierto gracias a dos recursos naturales gratuitos: el sol y el agua de mar, en un complejo único en el mundo.

Su dueña, la compañía holandesa Van der Hoeven, la presentó a principios de febrero en el salón Fruit Logistica de Berlín. El proyecto, creado junto al danés Al Borg, consta de 200.000 metros cuadrados de invernaderos de cristal, rodeados de 22.000 espejos.

Estos atraen los rayos del sol, concentrándolos en lo alto de una torre convertida en una especie de caldera gigante, que calienta el agua marina a 800 grados centígrados, desalándola, y permitiendo refrescar e irrigar con ella las plantas.

Van der Hoeven, que obtiene el 95% de su facturación (70 millones de euros) con la exportación, “está negociando un proyecto similar en Arabia Saudí”, informa a AFP Peter Spaans, su director comercial.

En todas las latitudes se han adquirido otros invernaderos de alta tecnología: desde en las estepas de Kazajistán a Hiroshima, en Japón, o la selva tropical de México.

AFP – Periódico Amarillo

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