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No paran los asesinatos a lideres sociales pese al aislamiento nacional

A pesar de estar decretado el aislamiento por el covid-19, en los últimos días han asesinado a dos líderes sociales Embera y una defensora de derechos en Bolívar y el Valle del Cauca.

La Organización Femenina Popular (OFP) denunció el feminicidio de Carlota Salinas, ocurrido el 24 de marzo sobre las 8 p.m. en San Pablo, Bolívar, uno de los municipios priorizados en el país para los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET).

Según la Organización, hombres armados llegaron hasta su vivienda, en el barrio Guarigua, la obligaron a salir unos metros y la asesinaron con armas de fuego. Su pareja está desaparecida.

“Nos duele su asesinato, que se suma a los más de 800 líderes y lideresas asesinadas desde la firma de los Acuerdos de Paz y reconocemos la urgencia de que el Estado colombiano cumpla con sus obligaciones de protección de la vida de quienes luchan por las comunidades, la justicia y la dignidad” señaló la Organización en un comunicado.

Por otra parte, el 23 de marzo Omar Guasiruma Nacabera, de 27 años, y Ernesto Guasiruma Nacabera, de 33 años, líderes Embera, fueron asesinados en el corregimiento de Naranjal, municipio de Bolívar, Valle del Cauca. Así lo denunciaron La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) y la Organización Regional del Valle del Cauca (ORIVAC).

Los líderes estaban acatando la orden de cuarentena con su familia, en la comunidad de Buenavista, donde llegaron desconocidos a invitarlos a una reunión urgente. Engañados, los 4 miembros de la misma familia salieron de su vivienda, los llevaron a unos 20 metros hacia la orilla del río San Quinini y les dispararon.

Pero este no son los únicos asesinatos de este mes, el pasado 21 de marzo el Periódico Amarillo publicó la noticia de Maro Rivadeneira, líder social asesinado en Putumayo el 19 de marzo. Desde la firma de los Acuerdos de Paz, en el país han asesinado a más de 800 líderes y lideresas sociales.

A través de un comunicado, La Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la Organización de los Estados Americanos (MAPP/OEA) denunció los crímenes “de Carlota Salinas, en el sur de Bolívar; Marco Rivadeneira, en el Putumayo; Ángel Ovidio Quintero, en Antioquia; y Omar Guasiruma y Ernesto Guasiruma, del pueblo indígena Embera en el Valle del Cauca, así como de tres personas en proceso de reincorporación en zona rural de La Macarena, Meta”.

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