Bogotá

Murió hombre por bala perdida durante el caos por la supuesta irrupción a viviendas en Bogotá

Un hombre de 48 años, padre de cuatro hijos, perdió la vida tras recibir un impacto de bala durante la jornada de pánico desatado por las falsas alarmas de irrupciones de vándalos a conjuntos residenciales en Bogotá, el pasado viernes 22 de noviembre.

La víctima fatal, identificada como Faustino Vargas Sanabria, residía en el barrio Verbenal, localidad de Usaquén.  Según el relato de su hermana,Clara Vargas, la familia se encontraba en su apartamento —ubicado en el conjunto residencial Argo 183— cuando a las 9:30 p.m. sonaron las alarmas de la unidad y en ese momento, los vecinos salieron gritando “se nos metieron, sigan hombres a apoyar”.

De acuerdo con la hermana de la víctima, Faustino salió para colaborar con las labores de vigilancia doméstica con los demás residentes. En un momento, uno de los hombres incitó a que “salieran a mirar por el lado de la reja del conjunto” para evitar que los supuestos vándalos ingresaran por ese lugar. En la zona, aseguraron los vecinos del sector a Blu Radio, se escuchaban disparos por toda la calle 183. Justo en medio de las detonaciones, aseguró Clara Vargas, Faustino recibió un impacto de bala que lo hizo caer de inmediato.

De inmediato, Faustino Vargas fue remitido al Hospital Simón Bolívar y momentos después, el equipo médico de la institución hospitalaria confirmó su muerte. Según las declaraciones de su familia, a la 1:30 a.m., al lugar de los hechos llegó el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía (CTI) a recolectar material probatorio y revisar las cámaras de seguridad del conjunto residencial.

Hasta el momento, no hay sindicados ni capturados por los hechos. Por su parte, la familia le solicitó a las autoridades investigar lo más pronto para esclarecer el crimen e identificar al responsable de la muerte de Faustino.

Durante la ola de pánico presentada el pasado 22 de noviembre, el alcalde Enrique Peñalosa desmintió que se hubiera tratado de una amenaza real sino que las denuncias eran falsas alarmas, resultado de una “campaña orquestada para crear terror en los habitantes de Bogotá”.

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