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Fantasma de Odebrecht rodea a candidato a la Contraloría General

A medida que avanza el proceso de elección del nuevo Contralor General de la República se comienzan a destapar los escándalos que salpican a algunos de los diez candidatos que compiten por el alto cargo.

Andrés Castro Franco, quien hace una semana obtuvo una de las dos más altas votaciones dentro de la Comisión Accidental del Congreso encargada de este proceso de selección, debe lidiar ahora con el escándalo de la multinacional brasilera Odebrecht por cuenta de que uno de sus más cercanos amigos es el actual magistrado de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, Juan Carlos Granados Becerra.

Granados enfrentó un proceso por posible interés indebido en la celebración de contratos, concierto para delinquir y tráfico de influencias de servidor público, conductas presuntamente cometidas cuando ejerció el cargo de gobernador de Boyacá entre 2012 y 2015.

Dentro del proceso penal adelantado por la Corte Suprema de Justicia un empresario en calidad de testigo habla de un aporte cercano a los 200 millones de pesos a la campaña electoral de Granados, suma que sería posteriormente compensada en la Gobernación a través de contratos a la multinacional Odebrecht.

Según el testimonio obtenido por la Corte Suprema, Granados tendría la misión de ayudar a precalificar a Odebrecht para quedarse con el contrato de la planta de tratamiento de aguas residuales PTAR Salitre.

Granados, amigo personal de Andrés Castro se hizo elegir a finales de 2020 por el Congreso de la República como magistrado de la Comisión de Disciplina Judicial, razón por la cual la Corte Suprema no pudo continuar con dicho proceso, justo cuando había sido llamado a audiencia de acusación. El proceso pasó a manos de la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes que hasta el momento lo mantiene en el congelador.

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