Dos familias con raíces colombianas ven una luz de esperanza para salir de la guerra israelí-palestina con el otorgamiento pleno de nacionalidad
Una ciudadana palestina y uno israelí, casados respectivamente con colombianos, reciben naturalización mediante acción humanitaria del presidente Gustavo Petro.
La familia colombo-palestina ya viene camino a Colombia, y la colombo-israelí espera que Elkaná Bohbot, con la nueva condición de doble nacionalidad, pueda ser liberado del secuestro en que lo mantiene Hamás.
El 7 de octubre el fuego cayó sobre la Franja de Gaza y, en medio de la artillería, miles de personas huían o trataban de hacerlo para salvaguardar sus vidas.
En ese fuego cruzado dos familias de raíces colombianas comenzaron su lucha por la sobrevivencia. Esa luz de esperanza hoy brilla para ellos, gracias al sentido humanitario del gobierno del Cambio.
El presidente Gustavo Petro, haciendo uso de sus facultades legales, encendió esa luz de esperanza el pasado 21 de noviembre.
Mediante dos decretos el jefe de Estado les concedió la nacionalidad colombiana a dos personas.
Samaher Almassri, madre de familia encerrada en Gaza y casada con un colombiano, y Elkaná Bohbot, padre de familia en Israel y esposo de una colombiana.
Un hecho humanitario que ratifica lo expuesto por el presidente Gustavo Petro recientemente desde Caracas (Venezuela):
— Frente a la guerra, la barbarie y el genocidio, hoy se impone la política de la vida.
No es retórica, es realidad. Desde que el mundo conoció las innumerables muertes tras el disparó de la primera ojiva, el gobierno colombiano, a través de su embajada en Israel, ha estado en la primera línea brindando todo el apoyo y la asistencia humanitaria que requieren los colombianos.
La familia Almassri viene junta a Colombia
Es deber del Estado, a través de sus representaciones diplomáticas, velar por el bienestar y la vida de sus connacionales. Ante el caso concreto de la guerra, la embajada colombiana en Israel y su sección consular están a cargo de atender a los connacionales, tanto en Israel como en Palestina.
Los radares diplomáticos estaban prestos y dos alertas llegaron a oídos de la embajadora de Colombia en Israel, Margarita Manjarrez: dos familias con raíces colombianas estaban en alto riesgo de perder sus vidas, se requerían acciones para extraerlos del fuego cruzado.
En octubre la embajadora —llamada a consultas por el presidente Petro— conoció la situación de la ciudadana palestina Samaher Almassri, madre de tres hijos colombianos y casada con ciudadano colombiano.
Una situación difícil. Su esposo se encontraba en El Cairo (Egipto) con uno de sus hijos, mientras ella estaba atrapada en Gaza, en medio del fuego, con sus dos hijos menores de edad. La familia estaba desintegrada por cuenta de la guerra.
El decreto 1997 del 21 de noviembre de 2023, le abrió el camino para salir de la barbarie de la guerra, porque a través de la delegación diplomática se demostró que Samaher Almassri estaba en proceso de adquirir su nacionalidad colombiana.
El trabajo del gobierno nacional, la Cancillería y semanas de gestiones de las embajadas en Tel Aviv y de El Cairo, abrió el camino. En este momento la familia Almassri viaja junta a Colombia con destino a Barranquilla, bajo el acompañamiento de la Cancillería.
Tras la liberación de Bohbot
El caso del ciudadano israelí Elkaná Bohbot tiene sus bemoles. Él trabajaba en la logística del concierto Supernova de música trance, que adelantaba una de las paradas de la gira mundial Universo Paralello, cuyas consignas eran en favor de la paz, el ecologismo, la unidad y el amor al prójimo.
Allí lo sorprendió la guerra y desde el 7 de octubre se encuentra secuestrado por Hamás.
Para Elkaná Bohbot, cuya esposa e hijo son colombianos, la posibilidad de liberación y retorno con su familia y país es mayor por su doble nacionalidad.
El decreto 1996 del 21 de noviembre de 2023 podría abrir el camino para su liberación, porque le otorga la Carta de Naturalización colombiana.
El gobierno del presidente Petro aspira a que Bohbot, por su doble nacionalidad pueda ser liberado prontamente y se reúna con su esposa y su hijo.
Un trabajo humanitario
En contraste con el ruido de la guerra, la reacción protectora del gobierno es contundente.
Tres vuelos humanitarios —por orden del presidente— han repatriado más de 310 conciudadanos; se envió ayuda humanitaria a Gaza, en una labor que cumplió la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC).
El 27 de octubre la aeronave de la FAC llegó a Egipto con ayuda humanitaria enviada por Colombia a la Franja de Gaza.
El vuelo aterrizó después de las 6:00 a.m. (hora colombiana) en la zona del desierto del Sinaí, para descargar más de una tonelada de elementos, que incluyen 600 kits de higiene y 120 colchonetas donadas por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres para los habitantes de Palestina.
Luego, despegó de Tel Aviv, donde trajo a más de un centenar de colombianos para su repatriación y logrando así arrebatarlos de la barbarie de la guerra.