La investigación permitió establecer que, al parecer, les propinó golpes a los niños y posteriormente los dejó encerrados en un inmueble.
La Fiscalía General de la Nación presentó ante una juez de control de garantías a un hombre señalado de atacar a su dos hijastros menores de edad y causarle la muerte a uno de ellos, de un año y ocho meses, el pasado 20 de enero en una vivienda de la localidad de Kennedy, en el suroccidente de Bogotá.
En ese sentido, una fiscal de la Unidad Especial de Delitos contra Niños, Niñas y Adolescentes de la Seccional Bogotá le imputó los delitos de homicidio y tentativa de homicidio, las dos conductas agravadas. El procesado no aceptó los cargos y deberá cumplir medida de aseguramiento privativa de la libertad en centro carcelario.
Los elementos materiales probatorios dan cuenta de que la mamá había salido a trabajar, por lo que el presunto agresor se quedó a cargo de los menores de edad en un inmueble del barrio María Paz. Al parecer, en medio de una violenta reacción el hombre les propinó golpes en varias partes del cuerpo y posteriormente se fue del lugar, dejando a las víctimas encerradas.
El niño menor falleció en el sitio; mientras que su hermano de tres años quedó con varias heridas y permanece en un centro asistencial.
Gracias al trabajo conjunto del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y de la Policía Nacional, se conoció la ruta de escape del posible responsable y se logró su ubicación en un puesto de tránsito y transporte ubicado en una vía que conduce a Valledupar (Cesar). Luego de establecer plenamente su identidad fue capturado y trasladado a Bogotá para la realización de las audiencias concentradas.
Este caso ha generado un profundo rechazo en la comunidad y entre organizaciones defensoras de los derechos de los niños. Eduardo Cruz, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Bogotá, expresó su indignación, destacando la importancia de que este tipo de actos sean castigados con todo el rigor de la ley.
Organizaciones sociales y ciudadanos han reiterado la necesidad de fortalecer los sistemas de protección infantil para prevenir tragedias como esta. Mientras tanto, la comunidad sigue exigiendo justicia para las víctimas y condena el atroz acto que arrebató la vida de un bebé y dejó heridas físicas y emocionales en otro menor.