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Sistema penitenciario colombiano contra sospecha de corrupción

 

Seis años después de que el gobierno de Colombia anunciara la construcción de nuevas cárceles, esta iniciativa se ve empañada por las denuncias de corrupción y la falta de entrega de dos tercios de las celdas prometidas.

 

Según el diario El Tiempo, una directora de la Unidad de Servicios Penitenciarios, María Cristina Palau, fue removida de su puesto en medio de reclamos de que había recibido un soborno de $ 200,000.

 

El soborno supuestamente se hizo después de que otro director anunciara que la unidad buscaría la privatización de varias prisiones.

 

La unidad había sido creada para reducir las tasas de corrupción en el sistema carcelario plagado de Colombia.

 

El escándalo es solo el último de la unidad que supuestamente entregó 11,882 celdas entre 2014 y 2018, pero hasta ahora no ha entregado más de 4,505, según El Tiempo.

 

Las fallas perpetúan el hacinamiento en el sistema penitenciario de Colombia que se ve agravado por el sistema de justicia que está fallando en el enjuiciamiento oportuno de los sospechosos detenidos.

 

Esto ha obligado a las cárceles, por ejemplo, a Medellín a cerrar sus puertas a los nuevos prisioneros mientras sufren excesivas tasas de hacinamiento.

 

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