La incertidumbre de la educación superior sobre el próximo semestre
La educación superior sin duda ha sido una de las más afectadas por la crisis que deja el Covid-19, la suspensión de clases, las clases virtuales, sumado a una baja económica que han tenido las instituciones en los últimos 4 años.
Para alguno directivos la “situación financiera de las universidades se pone muy oscura en la actual emergencia” y predicen que lo único seguro es que “las matrículas caerán dramáticamente” para el próximo semestre.
Y es que el sector se ha visto bastante afectado con la emergencia que se vive actualmente, no se tuvieron muy en cuenta los estudiantes que no cuentan con servicios de internet para tomar las clases, algunos no tienen buen servicios de red en su hogar, lo que también ha generado bastantes molestias en los estudiantes.
Esto impacta mucho más la crisis que han venido enfrentando las Instituciones de Educación Superior (IES), pues desde hace 4 años, aproximadamente, la baja de matriculas que es su principal fuente de ingresos, bajo un 13% entre 2016 y 2017 en universidades privadas y en las publicas que dependen del apoyo del gobierno las matrículas bajaron un 18%.
La coordinadora del Laboratorio de Economía de la Educación, segura que, “La crisis económica que dejará el COVID-19 hará que muchos estudiantes tengan que interrumpir sus estudios por no contar con los recursos para pagar las matrículas. Tampoco aquellos jóvenes que planeaban iniciar sus carreras podrán hacerlo, debido a la pérdida de empleo de miembros de su familia o a las dificultades que suponen esta coyuntura”.
Según Carlos Mario Lopera, director del Observatorio de la Universidad Nacional afirma que las más afectadas serán las instituciones privadas, las cuales tendrán que reinventarse ofreciendo bajos costos de matrícula, otorgar becas, descuentos, ofreciendo facilidades de pago y de accesibilidad a la educación superior.
“mientras más se extienda la suspensión de clases presenciales, la probabilidad de que se quiebren va a aumentar fuertemente, específicamente, las privadas. Solo un grupo de universidades grandes puede sobrevivir este año”.
