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Jair Bolsonaro, ha declarado formalmente que se presentará a las elecciones presidenciales de Brasil

Un controvertido político de extrema derecha, Jair Bolsonaro, ha declarado formalmente que se presentará a las elecciones presidenciales de Brasil en octubre. El ex oficial del ejército se encuentra actualmente en el segundo lugar en las encuestas detrás del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Pero Lula está en la cárcel por corrupción y es poco probable que pueda postularse.

 

El Sr. Bolsonaro ha enfurecido a muchos en Brasil con comentarios racistas y homofóbicos. Pero sus patrocinadores lo ven como un salvador en un país plagado de crímenes. Bolsonaro es seguido por millones de brasileños en las redes sociales, y muchos se refieren a él como el “Trump brasileño”. En 2011, le dijo a la revista Playboy que sería “incapaz de amar a un hijo gay” y que preferiría ver a un hijo así “morir en un accidente”.

 

En 2015, fue multado por decir en una entrevista en un periódico que la congresista María do Rosario “no valía la pena violar, es muy fea”. Actualmente está siendo investigado por presunto racismo por comentarios despectivos que hizo sobre los afrobrasileños. Bolsonaro, de 63 años, se declaró candidato a unos 3.000 simpatizantes entusiastas en un mitin en Río de Janeiro. El congresista dijo que estaría representado por el Partido Social Liberal (PSL), visto como un peso ligero en la política brasileña.

 

Esto significa que tendrá menos de 10 segundos de tiempo de aire para sus anuncios de campaña de televisión, una desventaja seria en la carrera presidencial. “No tenemos una gran fiesta. No tenemos fondos para las elecciones. No tenemos tiempo para ver televisión”, dijo Bolsonaro. “Pero tenemos lo que los otros no tienen, que es usted, el pueblo brasileño”.

 

El candidato, que aboga por flexibilizar las leyes de control de armas del país para lidiar con el crimen, cuenta con el respaldo de millones de cristianos evangélicos por su posición inflexible antiabortista.

 

Las encuestas de opinión sugieren que él está por delante si se le prohíbe a Lula correr. Pero algunas encuestas sugieren que si bien muchos brasileños lo ven como el hombre para tomar el control del crimen y la corrupción, también tiene una tasa de rechazo alta que podría hacer que le resulte difícil ganar si la votación entra en una segunda vuelta.

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