Estados Unidos aprobó la criticada estrategia antinarcóticos de Colombia: ministro de defensa
El ministro de Defensa de Colombia dijo el martes que Estados Unidos aprobó la estrategia del país sudamericano para frenar el tráfico de cocaína que Washington ahora critica.
El ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, respondió a un informe de la DEA que implicaba que un reciente aumento en el consumo de cocaína se debió a un aumento en el cultivo de coca en Colombia.
El presidente estadounidense, Donald Trump, había amenazado anteriormente con descertificar a Colombia como socio en la llamada Guerra contra las drogas si no lograba controlar el cultivo de coca.
Según el ministro, la planificación y ejecución de la política ha estado en plena coordinación con los Estados Unidos y las Naciones Unidas.
Los dos países son aliados tradicionales y desde hace tiempo combaten el narcotráfico y las guerrillas izquierdistas juntas.
La DEA implicaba que un proceso de paz con el grupo rebelde de las FARC había estimulado la producción de cocaína.
El proceso de paz busca terminar con más de medio siglo de conflicto armado.
El acuerdo con las FARC incluye un programa respaldado por la ONU para sustituir el cultivo de coca. Este programa supuestamente está sin fondos.
La erradicación forzosa apoyada por Estados Unidos está causando violencia mortal y un aumento del descontento social en el campo, donde la ley de la guerrilla fue durante mucho tiempo ley.
Villegas, ex embajador en Washington DC, instó a “aumentar los esfuerzos de interdicción en nombre de los Estados Unidos en el Pacífico y evitar el consumo final en el mercado de ese país”.
Estados Unidos es el mayor de los principales importadores de cocaína ilegal colombiana. La DEA dijo que la mayor parte de esta cocaína viajó por el Pacífico.
El ministro de Defensa llegó incluso a descartar la estimación de los Estados Unidos de que Colombia estaba cosechando un récord de 188,000 hectáreas de coca en 2016.
El gobierno colombiano, las FARC y el gobierno colombiano han negociado durante las conversaciones de paz que finalizaron meses antes de que el ex presidente Barack Obama dejara el cargo.
Supuestamente, estas negociaciones incluyeron el tráfico de drogas, una de las principales preocupaciones de Estados Unidos en la región y un generador de ingresos para las FARC hasta que las guerrillas se convirtieron en un partido político.
El presidente Donald Trump, sin embargo, ha mostrado poco interés en llegar a acuerdos, alentando al canciller colombiano a afirmar que “podría pasar cualquier cosa” en las relaciones bilaterales de los países.
El presidente colombiano ha pedido reiteradamente a la comunidad internacional que considere diferentes políticas, incluidas las que legalizan y regulan las drogas.
