Las tarjetas de crédito son buenas compañeras de vida financiera, pero, ¿qué pasa cuando tienes muchas? ¿De verdad es bueno tener varias tarjetas de crédito? Hoy vamos a desmitificar el tema y entender los pros y contras de tener más de una o dos tarjetas en tu billetera.
¿Cuántas tarjetas de crédito son demasiadas?
La cantidad de tarjetas de crédito que puedas manejar sin problemas depende, sobre todo, de tus hábitos financieros. Si eres una persona disciplinada, que paga a tiempo, que nunca usa el total de su límite de crédito y que sabe manejar el FOMO, entonces no hay lío; puedes tener varias y manejarlas sin problema. Sin embargo, si dependes del crédito para cubrir tus gastos básicos porque lo que ganas no te alcanza, una sola tarjeta puede ser más que suficiente. En este caso, el camino no está en acumular más crédito, sino en mejorar tu situación económica para poder utilizar las tarjetas inteligentemente.
Ventajas de tener varias tarjetas de crédito
Tener varias tarjetas puede ser una buena idea (siempre y cuando sepas cómo manejarlas), y aquí van algunos beneficios:
- Más beneficios: tener distintas tarjetas te permite aprovechar los programas de fidelización. Por ejemplo, puedes buscar una tarjeta sin cobros ocultos, otra que acumule millas y otra que te dé descuentos en tiendas o supermercados. Así tus compras y pagos tendrán más sentido.
- Aumento del límite de crédito disponible: al tener más de una tarjeta, puedes aumentar tu cupo de crédito, y además mejorar tu historial crediticio. ¿Por qué? Si usas menos del total de tu crédito disponible, tu nivel de gasto se percibirá como menor. Pero ojo, esto solo funciona si usas las tarjetas con responsabilidad.
- Más flexibilidad en el manejo de tus gastos: tener varias tarjetas de crédito te da más opciones para cubrir gastos inesperados o compras importantes.
Desventajas de tener varias tarjetas de crédito
Aunque tener varias tarjetas suena tentador, también tiene sus riesgos y desafíos. Tenlos en cuenta:
- Riesgo de sobreendeudamiento: más tarjetas significan más oportunidades de gastar, y eso no siempre es bueno. Es fácil caer en la tentación de usar el crédito disponible como si fuera dinero “extra”. Pero si no controlas tus impulsos, las deudas pueden acumularse rápidamente.
- Costos adicionales: algunas tarjetas tienen costos anuales y comisiones por ciertos servicios, como compras en el extranjero o avances en efectivo. Antes de aceptar una tarjeta nueva, lee la letra pequeña, pregunta por todos los posibles cobros y revisa que los beneficios realmente valgan la pena.
- Enredos con los pagos: entre más tarjetas tengas, más fechas de pago, límites de crédito y tasas de interés debes recordar. Todo eso se puede enredar en tu cabeza, y si olvidas un pago, ya sabes que tendrás que pagar intereses por mora y en casos más graves dañar tu historial crediticio. Por eso, si decides tener varias tarjetas, debes organizarte.
¿Y cuántas tarjetas son saludables?
No hay una receta exacta, pero los que saben recomiendan tener entre dos y tres tarjetas. Cada una debe tener un propósito: una para cashback en las compras diarias, otra para los viajes o cosas grandes que puedas pagar a cuotas, y si quieres otra, que sea por beneficios especiales como descuentos en tiendas y supermercados. Pero más de tres puede ser al final complicado y agotador.
¿Cómo saber si puedes manejar varias tarjetas?
Si estás pensando en aumentar tu colección de tarjetas, aquí algunos consejos:
- Revisa tu capacidad de pago: antes de aceptar una nueva tarjeta, asegúrate de que puedes cubrir los pagos de tus tarjetas actuales. Tener un balance saludable entre ingresos y gastos es clave para evitar problemas.
- Mantén el crédito bajo control: usa menos del 30% de tu límite de crédito. Así, muestras que tienes las cosas claras y que sabes manejar tu dinero.
- Sé puntual: paga a tiempo, sin excusas. Cada pago atrasado queda marcado en tu historial y, créenos, no es tan fácil limpiarlo de nuevo.
- Aprovecha las que suman de verdad: si una tarjeta no te está dando valor o se está convirtiendo en una carga, ¡adiós! Ciérrala sin miedo.
- Prioriza el pago de tus deudas: si ya tienes varias tarjetas, paga primero las que tienen tasas de interés más altas. Esto te ayuda a reducir tu deuda más rápido y a evitar costos extras.
Conclusión: menos es más
Lo importante no es cuántas tarjetas tengas, sino qué tan bien las manejas. Si una tarjeta extra significa más oportunidades y beneficios que realmente usas, dale. Pero si cada nueva tarjeta es un riesgo de gastar más de lo que puedes pagar, quizá sea el momento de parar, reflexionar y poner tus finanzas en orden.
Este contenido es parte de la misión de Nu Colombia de dar a las personas control sobre su vida financiera.