ELN prepara cesación del fuego, pero no con AGC en el oeste de Colombia
Es poco probable que la provincia colombiana de Choco occidental se beneficie de una cesación del fuego entre el grupo guerrillero del ELN y los militares, ya que este último apenas ha intervenido en la violencia con el AGC.
Los guerrilleros marxistas han estado luchando contra los sucesores paramilitares durante años, principalmente sobre el control territorial alrededor del río Atrato, un importante corredor de drogas.
El alto el fuego cerrado con la administración del presidente Juan Manuel Santos prohibirá a la guerrilla de llevar nuestros ataques contra civiles.
Sin embargo, se le permitirá defenderse de la aparente ofensiva paramilitar que ha estado tratando de empujar a las unidades guerrilleras en las selvas occidentales hacia el sur.
La región desde hace mucho tiempo abandonada ha sido el hogar del ELN por décadas y es una de las regiones más importantes del país en el narcotráfico.
Las Fuerzas de Autodefensa Gaitanistas de Colombia (AGC) han estado disputando este territorio durante años.
Ha habido informes de ejércitos clandestinos de cientos de hombres. Miles de indígenas y afrocolombianos de la región ya han sido desplazados.
Según el sitio web de monitoreo de conflictos Verdad Abierta, las tensiones y el combate en curso están causando un desastre humanitario “serio” en el lado oeste del río Atrato que atraviesa la provincia de Choco.
Debido a la ausencia de autoridades, la mayor parte de la información relacionada con el combate proviene del ELN, que ha afirmado haber matado a 60 combatientes paramilitares a lo largo del año.
Los guerrilleros no reportaron víctimas de su lado.
Según fuentes consultadas por Verdad Abierta, la violencia entre ELN y AGC podría aumentar en las semanas previas y posteriores al alto el fuego.
Ambos grupos podrían tratar de aprovechar la ausencia de presión militar sobre el ELN, que ha acusado a los militares de trabajar en conjunto con el grupo paramilitar.
Choco ha sido el más afectado por el conflicto armado colombiano incluso antes de que comenzaran los enfrentamientos entre el ELN y el AGC. Según la Unidad de Víctimas del país, dos de cada tres habitantes de la región empobrecida han sido víctimas de violencia relacionada con el conflicto armado alimentado con drogas.
