En lo alto del cerro Nutibara, uno de los siete cerros tutelares de Medellín, se alza un rincón que condensa la esencia de Antioquia: el Pueblito Paisa. Desde su inauguración el 3 de marzo de 1978, este lugar ha sido mucho más que una réplica arquitectónica de un municipio tradicional. Es un museo vivo al aire libre, donde las calles empedradas, los balcones coloridos y la música montañera cuentan la historia de un pueblo que no olvida sus raíces.
Cada día, visitantes de todas partes del mundo llegan hasta su cima. Entre ellos, turistas de Norte y Sur América, Asia y Europa, que se maravillan al descubrir un pueblo en miniatura en medio de la ciudad. “Me parece un lugar excelente muy lindo y precioso, en especial me encantó la comida, la gente tan cariñosa, los locales, es un lugar demasiado emotivo y su ornamentación es maravillosa”, dice Luz María Mejía, turista chilena que recorrió cada rincón junto a su familia.
Pero el Pueblito no solo es para los foráneos. También es un punto de encuentro para los paisas que buscan reconectarse con su identidad. “El Pueblito Paisa fuera de ser un lugar para compartir, ver, consumir y hacer diferentes actividades; también es un símbolo para el pueblo medellinense y antioqueño. En cada rincón del cerro Nutibara y del Pueblito Paisa evocamos la memoria de cómo se ha ido construyendo Antioquia en una sola historia”, afirma Juan José Taborda, estudiante de comunicación social.
Gracias a la articulación entre la Alcaldía de Medellín y la Corporación Arví, el Pueblito Paisa ha vivido una nueva etapa de revitalización. Hoy, además de su valor patrimonial, ofrece recorridos patrimoniales y ecológicos, el Sendero de las Esculturas, el Museo de Ciudad, el Teatro Carlos Vieco y una programación cultural diversa que incluye trova, música, teatro, gastronomía y mucho más.
“Este espacio volvió a la vida con los cantantes de cuerda, las flores, los espacios limpios y el comercio reactivado”, destaca la periodista María Andrea Botero. Y es que el Pueblito Paisa no solo se visita: se vive, se canta y se siente.
El corazón de Medellín
En cada trova de “Melcocha” y “Maravilla”, en cada plato típico servido con cariño, en cada sonrisa que recibe al visitante, se reafirma que este lugar es el corazón de Medellín. Un espacio donde lo ancestral y lo contemporáneo se abrazan, y donde siempre hay un motivo para volver.
Porque no importa de dónde vengas ni qué idioma hables: en el Pueblito Paisa siempre te recibirán con una sonrisa. ¡Te esperamos!