Bogotá

El plan que se ejecutara  para contra restar la crisis del SITP se tendría antes de diciembre

El plan que se ejecutara  para contra restar la crisis del SITP se tendría antes de diciembre, Alexandra Rojas, gerente de Transmilenio señalo que la ciudad está a puertas de contratar una reingeniería del Sistema de Transporte.
Los operadores del SITP salieron a contra su verdad alrededor de la crisis que se está presentando en el sistema y acusaron a Transmilenio y al Distrito de ser los responsables por no tomar decisiones de fondo.
Rojas habló del estudio que se piensa contratar para adelantar la reingeniería del transporte público en la ciudad:
¿La situación que se plantea sigue siendo crítica en el SITP?
Sabemos la importancia del tema y por eso la plana mayor de la Alcaldía y de Transmilenio estamos hablando con los concesionarios para sacar adelante el sistema. Es el único tema en el que la plana mayor está sentada en las discusiones y la idea es que en construyamos juntos las propuestas. Estamos haciendo los análisis jurídicos, técnicos y financieros. Las decisiones no las podemos tomar solos. Lo que sí queremos es tener un plan claro antes de que termine el año.
¿Cómo se han desarrollado las negociaciones?
Es un tema complejo. Si no fuera así, no se llevarían cinco años implementando el sistema. Construir es bien difícil, pero el trabajo se está haciendo. La dificultad del análisis radica en que hay unas relaciones regladas, donde hay elementos que no son solo jurídicos, sino financieros, técnicos, operacionales. Paralelo a las mesas, hay unos equipos de soporte que también están trabajando. Por eso insisto, no es algo que debamos trabajar solos. Cualquier decisión que se tome, debemos demostrar que hubo una negociación y eso es lo que estamos haciendo.
¿Cuáles son los puntos en los que no han podido avanzar?
Cuando hablo de complejidad es porque, adicional a las mesas de negociación, también tenemos discusiones con los siete operadores en siete tribunales de arbitramento, donde se están hablando casi los mismos temas. Por esta situación, los temas estructurales que se están discutiendo en ambos escenarios no se pueden hacer públicos. Hay unos litigios donde nosotros como Distrito estamos defendiendo los intereses de los ciudadanos y ellos los de sus empresas. Hasta que no tengamos acuerdos definidos, lo mejor es no comunicarlos. Pero siento que hemos avanzado.
¿Si hay medidas y aumentan los pasajeros paulatinamente, por qué el hueco financiero sigue siendo tan inmenso?
Eso es parte de lo que está en discusión. En los tribunales y en las mesas. Entiendo que para ustedes es muy valioso que fuera más precisa, pero estamos en esas discusiones. La otra semana tenemos unas mesas en las que los operadores nos hablarán de los temas que ellos analizaron. La idea es continuar, pero tenga en cuenta que cada conversación se convierte en una cantidad de tareas por hacer. Es mucho trabajo y siento que sí hay avances.
¿Si el transporte público siempre fue negocio, por qué ahora se presenta esta crisis?
El transporte público organizado tiene una estructura de costos distinta al transporte público colectivo tradicional (TPC). Se tienen exigencias laborales, protocolos de mantenimiento y unos seguros adicionales, que suma unos costos más altos a los que tiene el TPC, que sigue circulando. Es por eso que en la totalidad de los países el transporte tiene un subsidio del Estado, porque lo que se recibe por pasajes no alcanza. Ese déficit es normal en los procesos de formalización.
Uno de los argumentos para subir el pasaje fue sanear ese déficit ¿No ha servido?
El aumento del pasaje fue una decisión difícil, pero fue responsable. Ahora los bogotanos ya no le están poniendo un billón de pesos, sino $645.000 millones. Es decir, no estamos afectando otras inversiones sociales. Entiendo la preocupación de todos, pero las cifras de déficit no son nuevas. Entiendo que se haga un llamado de urgencia y lo acogemos, pero nuestro llamado es seguir adelante
¿Por qué dicen los operadores que Transmilenio ha hecho poco?
Hemos hecho 400 mejoras operacionales en el SITP y cada una necesita una modelación de transporte, programaciones y financieras. Si no funciona, debemos volver a empezar para calcular los impactos. Esto lo venimos haciendo y tenemos operadores que han mejorado sus indicadores. Estamos trabajando mucho, pero esto es algo que debemos arreglar entre todos.
Una de las quejas de los operadores es que sigue rodando el transporte viejo o SITP provisional y que es una competencia que los afecta ¿Cuándo se va a acabar ese sistema?
Tenemos unos retos jurídicos y financieros importantes. Los jurídicos es que necesitamos analizar el tendido de red, para saber qué necesita la ciudad. Estamos ad portas de abrir una licitación para hacer la reingeniería de las rutas. Esperamos tener el resultado a mediados del próximo año. Sin eso, por ejemplo, yo no puedo sacar a licitación las zonas que dejaron Coobús y Egobús. ¿Qué tal que ese estudio nos diga que lo que la ciudad necesita otra cosa? Yo tengo que cuidar los recursos de la ciudad y contratar lo que realmente vaya a permanecer en el tiempo.
¿Y reto el financiero?
Poner los buses del SITP Provisional en condiciones óptimas, similares a los del SITP, requiere unas inversiones de miles de millones que no tenemos claro quién las debe asumir. Solo instalar los equipos para la lectura de tarjetas cuesta un dinero. A esto se suma que los operadores tienen una obligación de vincular a 2.500 de los casi 4.000 buses que están rodando en el TPC, y eso también se debe definir. Tenemos unas personas al frente de ese tema.
Y si los propietarios del TPC deciden no vincularse, al ver la crisis que hoy vive el SITP ¿Qué piensan hacer?
Reitero que hay 2.500 buses que deben vincular los operadores. Por eso digo que esto es un proceso que se debe resolver en conjunto, no solo Transmilenio. En este punto, tenemos que definir en cuánto tiempo se va a cumplir este compromiso. Además, hay otros buses que van a perder la vida útil y van a dejar de operar. Todo eso hace parte de la estructuración, para ver qué rutas quedan. Es un trabajo que llevamos haciendo varios meses, pero los escollos jurídicos y financieros son bastantes fuertes. Estamos buscando caminos.
¿Para que la reingeniería?
Nos dirá la cantidad de buses que necesitará el sistema y donde, perfilado con las nuevas troncales. En el entretanto, estamos haciendo una estructuración para ver cómo vamos a ir migrando el SITP provisional y cómo lo vamos implementando, pero con una fecha cierta que no hemos definido. Todo lo que vayamos a definir debe ser lo que va a quedar de forma definitiva. Es por eso que, por ahora, no vamos a abrir la licitación de las zonas de Coobús y Egobús.
¿Están preparados para un escenario en el que sometan a liquidación a todos los operadores?
Es un escenario que queremos evitar. De igual forma estamos trabajando las contingencias. Esto lo tenemos que asumir todos con la importancia que merece. Tenemos que trabajar muy duro. Eso sí, reitero, mi obligación es proteger los recursos de los bogotanos.

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