El acoso escolar, una situación que afecta la salud mental de niñas, niños y jóvenes
Cuando se habla de acoso escolar o ‘bullying’, se hace referencia a la exposición que sufre una niña, niño o adolescente a daños físicos y psicológicos de forma reiterada por parte de otra persona o grupo de personas, con intención de generar afectación a través de actitudes como la represión, discriminación, homofobia, violencia sexual o castigo corporal.
Con el regreso de las clases presenciales estos casos se incrementan notablemente. Por eso es fundamental hablar abiertamente del tema con los niños y jóvenes en la familia, en la escuela y en la comunidad, así como detectar señales que reflejen si los menores están sufriendo algún tipo de maltrato, como las citadas a continuación…
- Modificación en su comportamiento.
- Pataletas y ataques de ira.
- Faltante de objetos (útiles escolares o ropa).
- Disminución del rendimiento escolar.
- Petición de dinero con más frecuencia para llevar al colegio.
- Moretones o golpes que no manifiestan.
El niño que sufre ‘bullying’ también puede presentar trastornos psicosomáticos, tales como…
- Alteraciones del sueño.
- Malestar al levantarse.
- Mareos y dolores de cabeza.
- Temblores y palpitaciones.
- Problemas digestivos y desórdenes de la conducta alimentaria.
¿Qué hacer en un caso de acoso escolar?
Jenny Escobar, miembro del Equipo de Salud Mental de la Secretaría de Salud Pública Distrital, orienta a los padres, madres o cuidadores a seguir el siguiente protocolo, en caso de identificar si una niña, niño o adolescente está sufriendo de acoso escolar…
1. Dirigirse al jardín, colegio o escuela y hablar con las personas encargadas o directivas.
2. Dirigirse al sistema de salud más cercano.
3. Buscar ayuda y asesoría en el dispositivo de asistencia de apoyo: la Línea 106, en la cual se brinda el servicio de orientación a los padres de familia.