El allanamiento se hizo en dos locales. En uno funcionaba el taller donde retiraban las autopartes, y en el otro las comercializaban como repuestos.
En seguimos Bogotá seguimos dando resultados. Uniformados de la Sijín de la Policía de Bogotá con el apoyo del personal de la Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia (SDSCJ), desmantelaron un ‘desguazadero’ de motos que operaba bajo la fachada de un taller de mecánica en el barrio Patio Bonito, en la localidad de Kennedy, al sur de la capital del país.

En el operativo fueron capturados el propietario del lugar y un mecánico que en el momento del procedimiento fue sorprendido desarmando una motocicleta que había sido robada el pasado fin de semana.
El allanamiento se hizo en dos establecimientos. En uno funcionaba el taller donde retiraban las autopartes de los vehículos, y en el otro las comercializaban como repuestos. Ambos, pertenecían al mismo propietario.
En el establecimiento dedicado a la venta de autopartes hallaron dos motores de motocicletas Pulsar NS 200 con los números de identificación borrados, un motor de moto Duke con número original y reporte de hurto y una tapa de motor de una moto Pulsar NS 200 reportada como robada.
Mientras que, en el otro punto, las autoridades encontraron un chasis de una Pulsar NS 200 con sistemas de identificación original con reporte de hurto, otro chasis de una moto Dominar 400, y una motocicleta Pulsar reportada como robada, que estaban comenzando a desarmar.
Según la investigación, en el lugar se desarmaban las motocicletas hurtadas, alteraban los números de identificación para luego proceder a comercializarlas en el mercado ilegal.
Los dos detenidos, el propietario de estos lugares y el mecánico, fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la Nación por el delito de receptación, mientras que los elementos incautados quedaron bajo custodia de las autoridades judiciales que sirven de material probatorio para la investigación.
Estas acciones buscan cerrar los espacios de operación a las redes criminales dedicadas al desmonte y venta ilegal de motocicletas robadas.
La Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia (SDSCJ) recordó que el delito de receptación se configura al comprar, recibir o tener en posesión objetos que han sido robados. Aunque quien adquiere el objeto no haya participado en el robo, si está financiado el mercado criminal y al comprar estos objetos puede incurrir en responsabilidad penal acarreando una pena entre dos y ocho años de prisión.
Recuerde denunciar cualquier hecho contrario a la convivencia o delictivo en la ciudad a través de la Línea de Emergencias 123. La denuncia es clave para lograr las sanciones o procesos investigativos que permitan la lucha contra el crimen y contribuir a que Bogotá camine segura.
