Según el líder, en el mundo hay muchos barrios dedicados al entretenimiento y ocio de las personas sexualmente diversas, y aunque Colombia estaba un poco rezagado en al respecto, el Distrito Creativo y Diverso La Playa ha sido muy representativo para el país en esas iniciativas, sobre todo a partir de los años 90, momento en que toma más fuerza en la localidad de Chapinero.
“Los retos han sido muchos, y más teniendo en cuenta que hay discriminación dentro de nuestra misma comunidad. Hay lugares a los que no dejan entrar a las personas trans, por ejemplo, y también hay prejuicios sobre el código de vestimenta. Pero Asocoe ha estado trabajando desde que se fundó para que se reconozcan los derechos de toda la comunidad LGBTIQ+, elevando requerimientos al Distrito, a la Nación y organizaciones internacionales para que haya una cultura por el respeto a las personas sexualmente diversas”, agrega Gómez.
Para este activista, una de sus grandes proezas ha sido fundar, en 2020, el primer Museo LGBTI en Bogotá, ubicado en la Carrera 13A # 38-60, en Teusaquillo.
“La historiografía universal ha sido un poco ingrata con la comunidad. Se habla de grandes personajes como Platón, Miguel Ángel o Da Vinci, pero nunca dicen que eran personas sexualmente diversas. O, por ejemplo, mujeres en Colombia, como la artista Débora Arango. Así que este museo recopila la historia de grandes personas de la historia de la comunidad que han enaltecido nuestra condición”, cuenta el activista.
Sin embargo, ser un líder para la comunidad y luchar contra la discriminación, no siempre ha sido color de rosa para Rubén Darío, pues le ha causado problemas y enemigos.
“A veces exigir un derecho por una cultura o comunidad a muchos les incomoda, pero eso no importa, hemos puesto la cara y hemos logrado plantar esa marca LGBTIQ+ en la que como personas y cultura también hacemos grande la nación”, comenta el activista.
A su modo de ver, la aceptación de la comunidad LGBTIQ+ en la sociedad ha ido mutando y avanzando al paso de las décadas. Principalmente desde los años 90, siendo Bogotá un referente de ciudad que jalona las políticas públicas de inclusión en el resto del país.
“Tenemos el reto de que haya más educación en las universidades y en los colegios, pero también que las personas mayores se eduquen sobre el tema, porque mientras sigamos pensando que una persona sexualmente diversa es un delincuente que no puede vivir en sociedad, ahí tenemos muchísimos problemas”, dice el activista.
“Ya llevamos diez años conmemorando el Día de la Cero Discriminación y está de sobra decir que todas las personas aportamos muchísimo a la humanidad, de una u otra forma, y cada vez que hay un rechazo hacia un individuo o un grupo se debilita la cohesión social y se retrasa el desarrollo de las comunidades y se puede estar atentando contra la vida de otras personas”, agrega.
Por eso, este líder hace un llamado a que este 1 de marzo la sociedad le plante la cara a la discriminación, ya sea de forma física o usando el hashtag #CeroDisriminación y/o #DiscriminacionCero en redes sociales, junto a mensajes que permitan disminuir los prejuicios en la sociedad.