¿Cómo las fiestas de diciembre impactan en las emociones y cómo afrontarlas?

La Navidad y el Año Nuevo despiertan emociones intensas para algunas personasPara unas, estas fechas representan alegría, unión y celebración; para otras, pueden generar estrés, nostalgia, ansiedad o tristeza. Las fiestas de fin de año suelen convertirse, así, en una verdadera montaña rusa de emociones.

Cómo manejar el estado de ánimo en fin de año - Junín 24

La sociedad tiende a mostrar una imagen idealizada de felicidad, pero la realidad es mucho más compleja. A la presión social y a las comparaciones en redes sociales se suman las exigencias económicas, los compromisos familiares y sociales, y el deseo de “cumplir” con las tradiciones, factores que pueden aumentar el malestar emocional.

Además, en esta época las ausencias se sienten con mayor fuerza. Seres queridos que ya no están, vínculos rotos o relaciones distantes. Sin embargo, también puede ser un tiempo propicio para la reflexión, el perdón, el reencuentro y los nuevos comienzos, aún cuando no siempre sea posible.

Para vivir estas fiestas de una manera más saludable, es importante adaptarlas a las propias necesidades y emociones. A continuación, algunas claves para tener en cuenta:

  • Aceptar lo que sientes, sin juzgarte ni reprimir tus emociones.
  • Respetar tus límites, evitando compromisos que te generen malestar.
  • Priorizar tu bienestar, cuidando el descanso, la alimentación y el disfrute personal.
  • Fortalecer vínculos significativos, valorando las relaciones que te brindan apoyo.
  • Practicar la gratitud, enfocándote en lo que tienes y compartiendo desde la generosidad.
  • Hacer un balance realista, reconoce logros y aprendizajes sin resaltar solo en lo que faltó. Valorar el esfuerzo realizado es fundamental para el bienestar emocional.
  • Cerrar ciclos pendientes, siempre que sea posible, organiza tareas, delega o deja acuerdos claros para iniciar el nuevo año con menor carga mental.
  • Gestionar expectativas, evita exigirte más de lo necesario. No todo debe resolverse antes de que termine el año; prioriza lo verdaderamente importante.
  • Pedir apoyo cuando sea necesario, conversar con compañeros, supervisores o profesionales puede aliviar la sobrecarga emocional y prevenir el desgaste laboral.
  • Reconectar con el sentido del trabajo, recordar el propósito y el impacto de lo que haces puede aportar motivación y claridad emocional para comenzar un nuevo ciclo.

 Las fiestas de fin de año representan una oportunidad para pausar, reconocer el esfuerzo realizado y recargar energías. Permitirte vivir este tiempo con equilibrio emocional y autocuidado, contribuirá no solo a tu bienestar personal sino también a la construcción de un entorno laboral más saludable.