Politica

Colombia suspende la erradicación de la coca en el noreste tras protestas

 

Funcionarios colombianos y cocaleros llegaron a un acuerdo el miércoles para detener temporalmente la erradicación forzada de coca, el ingrediente básico de la cocaína, en el noroeste del país.

 

Las protestas, que bloquearon la carretera principal entre la ciudad de Cúcuta y la cercana localidad de Ocaña, se organizaron el sábado en respuesta a los esfuerzos de la policía colombiana antidroga y antidisturbios para remover forzosamente plantas de coca en la región de Catatumbo.

 

Los organizadores de la protesta alegaron que la policía no dio a los agricultores la oportunidad de retirar voluntariamente y sustituir sus cosechas antes de llegar a sacarlos.

 

La protesta en la región Norte de Santander es parte de un creciente conjunto de protestas contra la erradicación forzosa de la coca en otras partes del país.

 

Según un acuerdo de paz entre las FARC y el gobierno, se supone que a los pequeños productores de coca se les debe dar la oportunidad de sustituir voluntariamente sus cultivos por el Programa Nacional de Sustitución de Cultivos antes de que la policía elimine por la fuerza las plantas.

 

Pero los manifestantes afirman que no hay coordinación entre el Programa de Sustitución de Cultivos y la policía antidrogas, quienes han estado bajo la presión de Estados Unidos para acelerar la erradicación forzada.

 

Según las Naciones Unidas, el departamento de Norte de Santander tiene la segunda mayor cantidad de cultivos de coca en el país, con 25.000 hectáreas.

 

El 12 de septiembre, el día antes de que el presidente estadounidense Donald Trump amenazara con “descertificar” a Colombia, el ministro de Defensa Luis Villegas anunció que la erradicación de la coca en la provincia de Norte de Santander era una prioridad importante.

 

El anuncio del ministro de Defensa parecía eclipsar la noticia concurrente de que más de tres mil familias en Tibú, una ciudad de la región Catatumbo de Norte de Santander, acababan de acordar retirar voluntariamente su coca y cambiar a cultivos alternativos.

 

Según la Silla Vacía, incluso después de que estas familias firmaran sus acuerdos de sustitución, la policía antinarcóticos parecía ignorar los acuerdos y continuar erradicando sus cultivos de coca por la fuerza.

 

Esta desconexión entre la policía y los funcionarios de sustitución de cultivos no se limita a Norte de Santander.

 

Se han reportado enfrentamientos similares entre los cocaleros y las autoridades en Nariño, Cauca y Caquetá en las últimas semanas, lo que amenaza la credibilidad del ambicioso esfuerzo colombiano para eliminar 100.000 hectáreas de coca de manera sostenible para fines de año.

 

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