Asiste a exposición gratis en la Cinemateca Bogotá: Fotografías con celulares

Este laboratorio de interfaces de fotografía experimental para smartphones estará en abierta en La Calle Museo – Cinemateca de Bogotá hasta el 31 de agosto

La exposición será el espacio para encontrar que, en la fotografía, el error puede ser no sólo aquello a evitar, sino una posibilidad ante la estandarización en la imagen contemporánea.

¡En Bogotá apoyamos la creación audiovisual! Por ello, el Instituto Distrital de las Artes (dartes) y Plataforma Bogotá te presentan la exposición ‘La poética de los errores: Laboratorio de interfaces de fotografía experimental para smartphones’ que reúne las creaciones de los participantes del  laboratorio del colectivo El Desguazadero, que se presentará en La Calle Museo de la Cinemateca de Bogotá, hasta el domingo 31 de agosto de 2025. ¡Entrada gratis, asiste!

La propuesta de ‘La poética de los errores’ ganador de la Beca Plataforma Bogotá – Arte, Ciencia y Tecnología 2024, parte de una postura crítica frente a la ‘fotografía tradicional’, que deja de pensar en imágenes pulidas y perfectas y propone ‘el error’ -la distorsión, la sobreexposición- como recurso estético. A través de imágenes captadas con cámaras híbridas de medio formato, impresas en 3d y lentes recuperados, piezas recicladas y adaptaciones construidas en el laboratorio, los participantes exploraron los límites entre el control y el accidente, lo planeado y lo que ocurre por azar.

Juan Jose
Foto: Idartes

Los artistas plásticos Juan José López y María Fernanda Mora del Río, fundadores de El Desguazadero, un colectivo artístico con diez años de trayectoria, coordinaron el espacio en el que dialogaron y crearon con participantes de distintos campos disciplinares. En 2015 ganaron la Beca Nacional para Laboratorios de Arte, Ciencia y Tecnología 2015-2016 con Plataforma Bogotáy desarrollaron el laboratorio ‘Máquinas hechizas’. Desde entonces han participado en la creación de laboratorios en espacios como Voltaje y con muestras propias en exposiciones como Quanta, siempre alrededor de la articulación entre las ciencias y el arte.

“El Desguazadero se convirtió en un espacio para resignificar la relación que tenemos con la fotografía digital”, dice Juan José, “porque a diferencia de la fotografía análoga, la fotografía digital nació en fábricas”.

Para ellos existe una diferencia entre los dispositivos que surgieron de experimentos como la cianotipia, el daguerrotipo y finalmente la fotografía química, con aquellos dispositivos electrónicos que se ensamblan actualmente en las fábricas. El primero implica una interacción directa no sólo con sustancias químicas y luz, sino con objetos como cajas oscuras, papeles, textiles, lentes, fuelles y diferentes tiempos de exposición.

Cuando la cámara digital automatizó todo esto, se perdió esa interacción. Es por eso que el colectivo propone “entablar una relación cercana con la fotografía digital a través de la intervención de la máquina, del dispositivo”, concluye Juan José.

Juan JoseFoto: Idartes

Su propuesta se centró en investigar y “abrir” el celular, entendido como el dispositivo más accesible para la toma de fotografías en la actualidad. Esto parte de la idea de que el celular, tanto en su software como en su hardware, está diseñado con limitaciones que lo configuran como un aparato de registro, más que como una herramienta para capturar la luz de forma expresiva.

A partir de esta premisa, surge la intención de integrar el error como una potencia creativa, explorando directamente el trabajo con objetos ópticos para desarrollar una práctica plástica en torno a la luz, en la que puedan emerger otras formas de imagen.

En la exploración del funcionamiento de los objetos y su relación con la luz, propusieron un ejercicio de ingeniería inversa que consistía en desarmar distintos modelos de cámaras digitales y dispositivos ópticos, inspirados en prácticas de países con bajo desarrollo industrial y tecnológico, donde el conocimiento se adquiere al desmontar objetos técnicos, comprender su funcionamiento, reproducirlos e incluso modificarlos.

María Fernanda Mora explica: “En nuestro caso, el incentivo para fabricar cámaras surge precisamente de no poder adquirir estos objetos, ya que no podemos comprarlos. Esa necesidad es lo que nos impulsa, y ha sido así desde ‘Máquinas hechizas’”.

Juan JoseFoto: Idartes

´La poética de los errores´ no se limitó solo a “enseñar técnicas en el campo de la fotografía”, sino que buscó que los participantes pudiesen construir una máquina que permitiera personalizar y vincular adaptaciones experimentales, hacia nuevas posibilidades, generando un espacio para repensar la fotografía en un momento en el que la tecnología tiende a crear imágenes “optimizadas” desde el instante de la captura. Al construir cámaras híbridas y experimentar con materiales recuperados, los participantes crearon una serie de procesos en los que cuestionan la “veracidad del medio”.

“Las máquinas han sido herramientas que al final de cuentas nos permiten explorar los límites estéticos y narrativos”, dice López para luego agregar: “El error nos permite abrir posibilidades narrativas que no existen en la imagen perfecta”. Es el juego  de la invención, es la historia misma de la fotografía, por medio de tecnologías que se abren, a través de “máquinas” que desmantelan las lógicas bajo las cuales habían sido producidas.

En ese sentido, cada proyecto de la muestra opera como un ejercicio de resistencia, potenciado a través del error, que surge en cada una de las posibilidades de “desconfigurar” máquinas e imágenes.

En la muestra, podrás encontrarte con paisajes microscópicos creados a partir de flujos menstruales, donde lo íntimo se vuelve abstracto; con retratos que cambian de forma como si la identidad estuviera en movimiento; con escenas cotidianas que se repiten hasta convertirse en patrones visuales que cuestionan la memoria; o con trazos de luz que, registrados fotográficamente, componen un abecedario en código morse.

También habrá dispositivos que invitan a imaginar y proyectar una mirada colectiva, a detenerse en los gestos del peatón anónimo o a reinterpretar el debate urbano sobre el metro elevado. Todas estas propuestas, distintas en su forma, coinciden en convertir el error en una herramienta para imaginar otras formas de explorar y narrar a través de las imágenes.

Juan Jose
Foto: Idartes

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La muestra de resultados de ´La poética de los errores: Laboratorio de interfaces de fotografía experimental para smartphones´ estará abierta en La Calle Museo de la Cinemateca de Bogotá, hasta el domingo 31 de agosto de 2025. La exposición será el espacio para encontrar que, en la fotografía, el error puede ser no sólo aquello a evitar, sino una posibilidad ante la estandarización en la imagen contemporánea.