Artículos de opiniónVariedades

BUENAVENTURA: Crónica el pueblo no se rinde, ¡Carajo!

La estudiante de Comunicación social y redactora del periódico Amarillo, Laura Bermúdez, decidió regresar al puerto, lugar donde vivió toda su vida por motivo del paro cívico que convocó el comité de líderes afrocolombianos, en solidaridad a la comunidad que habita en el puerto logístico más importante del país.

Y así fue como regresó a Buenaventura, cambiando toda posibilidad de violencia, por una de lucha para mejorar la calidad de vida de la comunidad de Buenaventura. Tomó la decisión y abordó un bus en el terminal de transportes de Bogotá el día 18 de mayo a las 7:30 pm., llegando a la ciudad portuaria a las 6:00 a.m., Su viaje fue excelente y se dirigió rápidamente al barrio Pueblo Nuevo, que se encuentra ubicado en el Centro de la Ciudad.

Llegó a su casa, donde la estaban esperando su familia y un delicioso desayuno, se organizó y tomó un bus para reunirse con el comité del paro cívico para que le contaran los detalles de la marcha y el fin de la misma. En ese preciso momento sintió un espíritu de lucha y de alegría, ya que por fin su pueblo había despertado, deseando con todo su ser pelear con el gobierno colombiano, reclamando de una forma pacífica sus derechos.

El comité tenía todo organizado, los puntos de concentración y la estrategia principal fue bloquear las zonas donde salen los camiones de carga para transportar en el país. Todos sabíamos que ese iba a ser el golpe del Estado, y se iba pronunciar de forma amable para acordar compromisos en bienestar a la comunidad.

El día 20 de mayo del año 2017, los habitantes de la ciudad de Buenaventura, decidieron protestar pacíficamente con carteles, camisetas grabadas positivamente, bombo, marimbas, tapas de ollas, banderas representativas al puerto y cualquier objeto que sirviera para la protesta.

Realmente era un cambio gratificante y positivo, en donde toda la población en general participó luchando por condiciones básicas y justas como: La salud, el agua, la educación y el trabajo, con el fin de mejorar la calidad de vida de los Bonaverenses.

Los habitantes llegaron a sus lugares de concentración como el Barrio la Delfina, el puente del Piñal y la vía interna y alterna que conecta a la Sociedad Portuaria. En el transcurso de la mañana, todo marchaba bien, hasta que el gobierno colombiano envió a los agentes policiales del Escuadrón móvil Antidisturbios “ESMAD” en escala en la zona de la Delfina; arremetiendo, acorralando y agrediendo a la población civil, con gases lacrimógenos interrumpiendo la manifestación pacífica.

“Esto es realmente indignante ¿Cómo es posible que el gobierno atropelle y maltrate a su propia población?” Los habitantes estaban totalmente trastornados, furiosos. Todo era un caos, las personas no sabían qué hacer ni a donde ir, solo ayudaban a los heridos. Disturbios que duraron horas de confrontación, afectando la salud y la integridad de los habitantes.

Hubo  muertos, heridos y viviendas afectadas por los disturbios; debido a esto, los habitantes estaban molestos y sobre todo indignados. En la misma noche del viernes, algunos ciudadanos se tomaron el lugar de forma violenta, saqueando algunos centros comerciales como: la 14, el Éxito, la Olímpica, Tiendas y en los sectores comerciales como Pueblo Nuevo, fueron víctimas de los daños económicos. Además, los habitantes seguían en las calles quemando llantas y rompiendo vidrios.

Laura exclamó, “esto no puede estar pasando, ¿Esto es Venezuela? ¿Dónde quedó la cultura? ¿Así no era? Esto ha quedado grabado en la historia y en los corazones de las personas que vivimos esta lucha”.

La policía nacional y la armada nacional, militarizaron el continente pacífico en general y la ley de toque de queda, los habitantes estábamos asustados; pero con el corazón en Buenaventura anhelábamos un cambio, pero la realidad es que todo cambio genera destrucción.

El día Sábado, la ciudad estaba destruida, y el rostro triste de ver a nuestro pueblo desvanecerse por la injusticia del Estado, pero aún más tristes por los actos y la cobardía de algunos habitantes que protagonizaron los saqueos.

El líder del comité se pronunció por la radio, dando un comunicado de consolación y resistencia, recordado que tales actos eran injustificados e inapropiados, ya que se desvían de nuestro objetivo, que era realizar una marcha pacífica. También habló sobre la reorganización de las zonas de concentración y la hora de encuentro.

Todos los colombianos estamos apoyando a Buenaventura en distintos lugares del país, y así fue como empezaron a llegar más de 10.000 habitantes en apoyo a nuestra causa y marchando con el corazón en la mano y al grito de “El pueblo no se rinde carajo” fue el lema de resistencia que los habitantes tenían presente.

Esto es realmente bellísimo, ver tanta gente unida por una misma causa, acabando con la paciencia del gobierno colombiano para que se haga presente y reajuste sus compromisos con los Bonaverenses. Buenaventura ha estado estigmatizada por la violencia por grupos al margen de la ley, por la falta de agua, por la falta de educación superior y el trabajo para sus habitantes. “ya estamos cansados de tanta injusticia, queremos que nos escuchen y sepan las diferentes problemáticas en la que vivimos, no los merecemos, ya que nuestro puerto aporta más del 60% de la economía del país” – dijo Luisa Hernàndez, Habitante de Buenaventura.

La marcha llegó hasta el Bulevar de la ciudad donde miles de personas estaban atentas para escuchar a los miembros del comité del Paro Cívico, quienes de manera de resistencia, llamaron a la población a seguir con el paro hasta que el Gobierno atendiera al llamado de “declaratoria de Emergencia Social, Económica y Ecológica” que permita desarrollar diferentes puntos de acuerdos para que nos solucione las diferentes problemáticas en las que vivimos, la justicia para las víctimas del conflicto armado y la destrucción de las casas de piques.

El gobierno, a través, del secretario general, anunció que mantendrán al Esmad en la ciudad para mantener el orden, uno de los manifestantes mostró su desacuerdo y expresó “Nos están matando, esto es un atropello con la ciudadanía, sólo estamos luchando por una vida digna”.

Queda agradecerle al pueblo de Buenaventura por su resistencia y por luchar de una manera pacíficamente, llamando la solidaridad de los colombianos, las manifestaciones continuaron, sin importar las consecuencias. ¡El pueblo no se rinde, carajo!

Menu Title