Internacional

Trump no quiere dejar que EE.UU. pierda el liderazgo militar frente a China

El presidente estadounidense Donald Trump reafirmó este martes durante una visita a un navío militar estadounidenses en Japón la potencia “temible” de Estados Unidos frente al auge de China, en el último día de su visita de cuatro días al país.

En un discurso ante 800 soldados uniformados dentro del” USS Wasp”, un buque de asalto anfibio estacionado en la base naval estadounidense de Yokosuka, Trump les aseguró que formaban parte de “los más temibles guerreros estadounidenses en esta parte del Pacífico”.

El ejército estadounidense “quedará para siempre en primer lugar”, declaró.

“Tenemos equipamientos, misiles, cohetes, carros, aviones, navíos: nadie en el mundo los puede construir como nosotros, nadie tiene capacidad para hacerlo”, insistió.

Su discurso, vitoreado por los soldados, conmemoraba el Memorial Day, la fiesta estadounidense que recuerda los fallecidos en la guerra, pero iba dirigido ante todo a China y a Corea del Norte, donde Trump está intentando por vía diplomática que el régimen renuncie a las armas nucleares, de momento sin éxito.

Trump dijo a los soldados, a los marinos y demás personal militar presente que se enfrentan a los desafíos de la seguridad en la región con “una valentía sin igual”.

Las fuerzas navales estadounidenses “patrullan con orgullo” en las aguas de la región, aseguró, citando lugares de tensión como el mar de China Meridional, donde China expande su presencia naval.

Un poco antes visitó junto al primer ministro japonés, Shinzo Abe, el portahelicópteros japonés “JS Kaga”.

Abe habló de la “seguridad cada vez más amenazada” en la región y confirmó que el “Kaga” se convertirá para poder acoger también aviones.

Trump explicó también que el navío japonés incluiría una versión del caza furtivo F-35, que Japón está comprando en masa. “Con este equipamiento extraordinario, el ‘JS Kaga’ ayudará a nuestros países a defenderse contra una serie de amenazas complejas en la región y más allá”, subrayó.

Antes de volar en helicóptero hacia la base de Yokosuka, el presidente estadounidense se despidió del emperador Naruhito.

Trump, acompañado de su esposa Melania, tuvo el honor el lunes de ser el primer dirigente extranjero de reunirse con el nuevo emperador y con la emperatriz Masako. Ambos presidieron un banquete por la noche en el palacio imperial.

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