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Salvatore Mancuso tendría libertad condicional en Colombia, pero seguirá preso en EE. UU.

Una jueza de ejecución de penas de la Sala de Justicia y Paz del Tribunal de Bogotá avaló dejar en libertad condicional al exjefe paramilitar Salvatore Mancuso. Sin embargo, el exlíder de las Auc seguirá preso en Atlanta, Estados Unidos, donde se encuentra desde 2008, cuando fue extraditado por el delito de tráfico de drogas a este país, y condenado a 15 años de prisión.

Según la jueza Luz Marina Zamora, quien le dio el beneficio de libertad bajo prueba a Mancuso, por someterse al sistema de justicia creado tras el desmonte de las Autodefensas, el exjefe paramilitar ya cumplió con los requisitos exigidos en la ley de Justicia y Paz para gozar de su libertad. Principalmente, dijo la funcionaria judicial, el exjefe de las Auc ya estuvo en prisión por un tiempo superior a 8 años, como contemplaba la norma.

Además de que Mancuso seguirá detenido en Estados Unidos mientras termina de purgar su condena, la libertad bajo prueba trae consigo una serie de condiciones. Por ejemplo, el exjefe paramilitar deberá continuar vinculado al proceso de desmovilización otros cuatro años y está en la obligación de atender a declarar cuando la justicia lo cite.

La decisión favorable al exparamilitar llega apenas meses después de él mismo denunciara que habría un complot orquestado para excluirlo de la justicia especial. Según dijo en ese momento, integrantes de la Fiscalía, un investigador de la Dijín, así como Deivis y Leonardo Rojas Zabala, (supuestos falsos testigos) estarían detrás de la conspiración.

El excomandante paramilitar se refería, en específico a lo que los hermanos Rojas Zabala le dijeron a la Corte Suprema de los nexos que Mancuso habría tenido con el hijo de Enilce López, La Gata. De acuerdo con las declaraciones, Mancuso y López habrían creado y liderado un grupo ilegal después de la desmovilización de las Autodefensas en el 2005, organización en la que habrían participado ambos hijos de la condenada empresaria.

“Los falsos testigos pretenden obtener beneficios de parte de la DEA y de la Fiscalía de Colombia y, al mismo tiempo, buscan también beneficios económicos de parte de las personas falsamente incriminadas por ellos pidiendo altísimas sumas de dinero”,  dijo Mancuso en su denuncia. Y agregó:  “Las mentiras de los hermanos Rojas Zabala son el fundamento de una decisión por fuera de cualquier contexto real. El máximo tribunal también ha sido engañado, es la única explicación para que el honorable tribunal afirme que yo seguí delinquiendo después de desmovilizado”.

Asimismo, tras un largo proceso de colaboración en Justicia y Paz, Mancuso decidió acogerse a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), pues asegura que sus delitos fueron cometidos en el marco del conflicto armado colombiano. Finalmente, en abril del año pasado, el exjefe paramilitar firmó su acta de sometimiento y entró a esa justicia especial, que ahora conocerá de los crimenes que se le endilgan al cordobés como las masacres de Mapiripán (Meta, 1997), La Gabarra, El Aro (Antioquia, 1996) y El Salado (2000).

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