River Plate volvió a dejar por fuera a Boca Juniors de la Copa Libertadores
Como siempre antes de un superclásico entre los dos clubes más importantes del fútbol argentino, se habló demasiado. Que Boca contrató un brujo para terminar con la racha negativa ante River, que el VAR, que la Conmebol, que Alfaro, etc. Todos los versos previos se terminaron cuando el brasileño Wilton Sampaio pitó el comienzo del encuentro de este martes en el estadio Alberto J. Armando, más conocido como La Bombonera.
Precisamente Sampaio fue protagonista del encuentro. Pitó múltiples faltas inexistentes que le permitieron al equipo local enviar centros al área visitante. También, en ciertas ocasiones, River logró tomar un respiro del acecho ofensivo boquense. El juez utilizó demasiado su silbato y, por eso, al final del partido el entrenador del actual campeón de América, Marcelo Gallardo, le dijo que había tenido una actuación “lamentable”.
En lo futbolístico, el cuadro que Gustavo Alfaro fue menos miedoso que en los anteriores superclásicos. Tenía la obligación de voltear el 2-0 en contra del compromiso de ida y por eso, a punta de pelotazos y pocas veces con juego elaborado, metió a River en su área, sin generarle mayor peliro aparte del gol. Esta vez Boca no se metió atrás y se le vio mejor, mientras que el millonario, que contó el colombiano Rafael Santos Borré 67 minutos y sin Juan Fernando Quintero, no expuso la calidad futbolística que acostumbra.
Boca ganó 1-0 con un tanto del venezolano Jan Hurtado, quien apenas tuvo que empujar la pelota a pocos centímetros de la línea de gol tras, cómo no, un tiro libre de costado. Ocurrió al minuto 80 de partido y Sampaio adicionó seis, por lo que Boca tuvo más de un cuarto de hora para intentar convertir el segundo que le permitiera llevar la serie a la definición desde el punto blanco del penalti. No lo logró.
River Plate, una vez más, eliminó a su clásico contrincante, como ya lo había hecho en la Sudamericana 2014 y la Libertadores 2015, además de las finales que le ganó el año pasado: la de la Supercopa Argentina en Mendoza y la de la Libertadores en Madrid (España) . Esta vez lo dejó en el camino en su cancha y ahora buscará su quinto título del máximo certamen del continente frente a Flamengo o Gremio. Gallardo agranda su leyenda.
