¿Masacre militar en el suroeste de Colombia? Al menos 8 muertos, 18 heridos en protesta de coca
Según las autoridades colombianas, guerrilleros disidentes de las FARC lanzaron morteros contra una multitud de policías y ciudadanos, pero locales y organizaciones de derechos humanos afirman que la policía abrió fuego contra los cocaleros en un choque que dejó al menos ocho campesinos muertos.
El violento incidente en una zona rural de Tumaco, Nariño sigue más de 20 otras protestas en toda Colombia en las que varios campesinos han sido asesinados por
La Policía Nacional y el Ejército Nacional dijeron en un comunicado de prensa que “parece que ‘Guacho’ y su grupo disidente de las Farc Daniel Aldana lanzaron al menos cinco bombas de cilindro contra miembros de las fuerzas de seguridad y el público” antes de abrir fuego.
La Policía Nacional no informó civiles heridos ni fuerzas de seguridad. Los grupos locales dicen que sólo civiles fueron asesinados o heridos en el estallido de la violencia.
Algunos informes hablan de más de 50 manifestantes heridos.
La agencia de prensa francesa AFP informó que tanto los locales como los defensores de los derechos humanos dicen que la policía abrió fuego contra los campesinos que protestaban por los esfuerzos de la policía para erradicar la coca, la base del ingrediente de la cocaína.
Según el consejo de la comunidad local, la policía y los soldados indiscriminadamente abrieron fuego contra los lugareños después de casi dos semanas de negativa a cooperar con los esfuerzos de erradicación de la coca en una de las regiones de cultivo de coca más importantes de Colombia.
Los medios de comunicación locales han informado sobre las protestas en la zona desde el 28 de septiembre. Según Radio RCN, unos 1.000 lugareños habían participado en protestas exigiendo ser incluidos en un programa nacional de sustitución de cultivos.
Como parte de un acuerdo de paz con las FARC, los productores de coca pueden participar en un programa voluntario de sustitución que les permite cultivar cultivos legales y negociar inversiones en infraestructura en vez de cultivar coca para la venta en la economía ilícita.
Sin embargo, las fuerzas de seguridad colombianas han estado llevando a cabo esfuerzos de erradicación forzosa apoyados por Estados Unidos, a menudo enfrentándose a ciudadanos que desean sustituir voluntariamente sus cultivos.
La policía y el ejército anunciaron una investigación sobre la masacre del jueves. Los locales han pedido a las autoridades de derechos humanos que acompañen la investigación.
