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La autoridad penitenciaria de Colombia movió a “Jesús Santrich”, un líder de las FARC

La autoridad penitenciaria de Colombia movió a “Jesús Santrich”, un líder de las FARC que inició una huelga de hambre después de que fue arrestado por un cargo de narcotráfico en los Estados Unidos, a una instalación religiosa en Bogotá.

 Santrich, que inició una huelga de hambre casi inmediatamente después de su arresto el 9 de abril, fue llevado a la Fundación de Caminos de la Libertad, una instalación administrada por la Iglesia Católica de Colombia. El antiguo ideólogo de las FARC fue sacado del hospital a petición de las autoridades religiosas y las Naciones Unidas por razones humanitarias. Sus abogados defensores y otros líderes de las FARC han negado la afirmación de los Estados Unidos de que Santrich intentó exportar 10 toneladas de cocaína a los Estados Unidos y es víctima de una conspiración.

Mientras esté en la Fundación Roads of Liberty en el centro de Bogotá, el líder de las FARC seguirá bajo la custodia de las autoridades penitenciarias, el ejército y la policía, dijo el viceministro de Justicia Carlos Medina a Blu Radio. El líder de las FARC ha rechazado atención médica además de los medicamentos que recibió antes de comenzar su huelga de hambre.

“Debido a nuestra constitución y la ley, el Estado no puede intervenir si Santrich decide dejarse morir”, dijo Medina. Santrich, de 51 años, fue llevado al hospital el 26 de abril después de que su huelga de hambre produjera complicaciones de salud. Su traslado a las instalaciones religiosas se llevó a cabo por motivos humanitarios. Santrich le escribió al senador Ivan Cepeda y al ex ministro Alvaro Leyva el jueves que mantendría su huelga de hambre. Las autoridades no revelaron detalles sobre la salud del líder de las FARC. Las comisiones de paz del Congreso y el ex negociador de paz Humberto de la Calle le han pedido al presidente Juan Manuel Santos que reconsidere la extradición de los Estados Unidos.

La extradición o la muerte de Santrich podría poner en riesgo el acuerdo de paz de Colombia con las FARC, que entregaron sus armas el año pasado. La paciencia de los guerrilleros ha sido probada por una multitud de fallas gubernamentales para cumplir con el acuerdo de paz de 2016 que buscaba poner fin a más de medio siglo de conflicto armado. Se espera que Santrich y otros líderes de las FARC, así como miembros de las fuerzas armadas, participen en un sistema de justicia transicional que busca encontrar justicia para los crímenes de guerra después de décadas de impunidad. El conflicto armado dejó más de 265,000 muertos y más de 7 millones de desplazados.

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