Investigan muerte de joven a manos de policías en Kennedy

Juan David Sánchez era un hombre de motos. Durante su infancia y adolescencia, que vivió entre Facatativá y Fusagasugá, en Cundinamarca, aprendió y se apasionó por estos vehículos.

Hace dos años, cuando recién cumplía 21, llegó a Bogotá y montó en el garaje de la casa de sus papás, en Bosa Santa Fe, un pequeño taller de reparación de motocicletas. Tras varios meses en los que no logró mucho éxito, decidió trabajar como mecánico en algunos establecimientos en el sector del Galán, y en el centro de la ciudad.

“Él armaba y desarmaba una moto con los ojos cerrados. Después de un tiempo decidió dejar de trabajar en el centro porque era una zona difícil, y ahora estaba dedicado a reparaciones a domicilio. Lo buscaban porque era muy bueno con motos de alto cilindraje”, dice entre sollozos Eliana Sánchez, su hermana.

Lo recuerda como un joven trabajador, humilde y muy colaborador con sus padres, con quienes vivía. “Él con mi hija era súper especial, estaba muy pendiente. Cada 15 día compraba cosas para la casa, estaba pendiente de mi mamá, en medio de sus posibilidades, sabíamos que podíamos contar con él”, recuerda Eliana.

El jueves 7 de marzo, según le contó la mamá de Juan David a su hermana, él salió temprano de la casa porque iba a hacer una reparación. Ese día se fue con un amigo, quien, en una mano llevaba un galón de gasolina, y en la otra, una batería, herramientas para hacer el arreglo.

Sobre las 11:15 de la mañana, cuando Juan y su compañero iban por la avenida Tintal, antes de girar por la Villavicencio, una patrulla de la Policía les hizo señas para que se detuvieran. Sin embargo, Juan David no tenía el Soat vigente, por lo que aceleró, tratando de evadir a los uniformados, que emprendieron una persecución.

“Cuando iban en el cruce de la Villavicencio con Cali, ahí, una cuadra más adelante, al frente del portal de las Américas, quedó mi hermano, porque le dispararon”, narró Eliana, quien agregó que la bala alcanzó a Juan por la espalda, después de rozar la chaqueta de su acompañante.

Los uniformados, según confirmó la Policía Metropolitana, auxiliaron al motociclista, y lo trasladaron al hospital de Kennedy, donde falleció. Además, señalaron que el copiloto tenía una orden de captura vigente, por lo que fue puesto a disposición de las autoridades competentes.

“En un procedimiento policial, la patrulla del cuadrante estaba realizando la verificación a motociclistas, cuando observan una moto de color oscuro, le hacen el pare, pero hacen caso omiso, por eso se inicia una persecución. Más adelante, en un semáforo, un policía se baja de la moto, se acerca a ellos, da voz de mando, y el uniformado manifiesta que al parecer una de las personas hizo una acción como si fuera a esgrimir un arma, y por eso reaccionó”, manifestó sobre los hechos el teniente coronel Ricardo Bustos, comandante de la Policía de Kennedy.

La familia pone en entredicho esta versión, porque, según afirman, era imposible que su acompañante, con las manos ocupadas con un galón de gasolina y una batería, hiciera alguna señal de que iba a sacar un arma.

La Policía abrió una investigación disciplinaria preliminar sobre la actuación de los uniformados que le dispararon a Juan David, mientras que la investigación sobre el asesinato la asumió el CTI de la Fiscalía.

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