Internacional

El debate de las “pandillas africanas” polariza a Australia

El acalorado debate reciente sobre el crimen en Melbourne se ha centrado en la juventud afroaustraliana de la ciudad.

Melbourne es un lugar de impresionante arquitectura, calles famosas y bulevares arbolados, de grandes eventos culturales y deportivos.

Durante siete años consecutivos, ha sido clasificada como la ciudad más habitable del mundo por The Economist Intelligence Unit. Sus cuatro millones de habitantes, según la encuesta de EIU, disfrutan de atención médica, infraestructura y educación de alto nivel.

Entonces, ¿por qué el ministro de Asuntos Internos de Australia, Peter Dutton, dijo este mes que los melburnianos tenían “miedo de salir a los restaurantes” por temor a la violencia? ¿Y por qué su aliado conservador, el primer ministro Malcolm Turnbull, expresó sus preocupaciones sobre la seguridad personal para las personas en la capital del estado de Victoria?

Durante muchos meses, y particularmente en las últimas semanas, esta ciudad serenamente conocida ha sido testigo de erupciones esporádicas de la denominada violencia de pandillas que involucra a jóvenes. Muchos de los involucrados han sido australianos de ascendencia africana.

La semana pasada, la policía anunció el establecimiento de un grupo de trabajo con miembros de alto rango de la comunidad afro-australiana para abordar el crimen juvenil. Pero esto ha llevado a otros a alegar cínico, racista, hacer travesuras, diciendo que el tema ha sido sensacionalizado por los medios de derecha, los políticos y los grupos nacionalistas blancos.

Todo esto se ha desarrollado en medio de un intenso debate sobre lo que son las “pandillas” y la insistencia de la policía en que el crimen en Melbourne está cayendo.

Cómo ha llegado el debate aquí

La saga remonta a enero de 2015, cuando un grupo que se autodenomina la “pandilla Apex” -cuyos miembros, muchos de origen africano, habían sido vinculados a robos de automóviles, asaltos y robos- llamó la atención de la policía después de una pelea con otro grupo.

En marzo de 2016, la policía usó gas pimienta para disipar a un gran grupo de hombres y niños de aspecto africano que se habían reunido en el centro de la ciudad.

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