Cancelaron actividad en la COP que denunciaba a empresas responsables del cambio climático
El Toxic Tour de la COP25 se celebró por segunda vez el sábado 7 de diciembre después de que la primera edición realizada el jueves 5 de diciembre. La actividad se llevó a cabo en el marco de la Cumbre Social por el Clima, una actividad alternativa a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2019 (COP25) organizada por estudiantes, pero que se celebra a las puertas de la COP oficial.
El Toxic Tour es una actividad ideada por el grupo Ecologistas en Acción y la red Gastivists en donde llevan a grupos de gente por Madrid recorriendo las sedes de las empresas que de alguna manera, contribuyen con el cambio climático. La segunda parada del recorrido, frente a una oficina del Banco Santander, se centraba en visibilizar la responsabilidad de los grandes bancos en la crisis climática a través de su papel como financiadores de las empresas más contaminantes del mundo.
Al finalizar esta parada, un grupo de policías rodeó a las personas asistentes e identificó a un miembro de Ecologistas en Acción que participaba como ponente y a una activista de Gastivists. Después conminó a los organizadores de la actividad a disolverse y no continuar con la siguientes paradas previstas bajo amenaza de identificación de todas las personas asistentes y de sanción administrativa por concentración no comunicada.
A pesar de que en la zona se llevan a cabo diariamente numerosas rutas guiadas con fines turísticos y comerciales, los policías argumentaron que el Toxic Tour era una concentración ilegal porque era “reivindicativo” y se hablaba “del banco Santander y otras empresas”, ante el estupor de las representantes de ONG y periodistas internacionales que se daban cita en este evento. Ecologistas en Acción ha rechazó lo que califican un “ataque directo a la libertad de expresión y la participación ciudadana”, en un comunicado público.
Serlinda Vigara, portavoz de Ecologistas en Acción, declaró: “Este es un instrumento más para silenciar las críticas de muchos sectores sociales que desde que empezó la COP25 vienen denunciando el papel de las empresas que patrocinan la cumbre. Consideramos que cualquier tipo de represión en el marco de la Cumbre Social por el Clima es un ataque directo de los derechos fundamentales y a todas las reivindicaciones que se dan en ella”.
Según los activistas, el patrocinio de la cumbre no solo ofrece a estas multinacionales la oportunidad perfecta para lavar su imagen pública presentándose como empresas responsables y comprometidas con el medio ambiente, sino que además les permite aumentar su capacidad de influencia sobre las negociaciones.
